La apuesta de Marruecos por las energías renovables no deja de reportarle beneficios, tanto materiales como inmateriales, a nivel mundial. Si el pasado 5 de mayo recibía el Premio 2015 por parte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo para la promoción de la inversión, como reconocimiento por su política energética a favor de las energías limpias, ahora recibe el respaldo financiero de la UE y del Banco Mundial.
Según informa el boletín Marruecos Negocios, citando como fuente el ICEX, el préstamo del Banco Mundial se enmarca en el proyecto de Energía Limpia y Eficiente y está cofinanciado por la propia institución, que aporta 118 millones de euros; y el Fondo de Tecnología Limpia; que contribuye con 23 millones de euros.
Esta financiación ayudará a la Oficina Nacional de la Energía y del Agua Potable (ONEE) en el desarrollo de las primeras plantas de energía solar fotovoltaica en una de las áreas más desfavorecidas del sudeste del país (Erfoud, Missour y Zagora), abordando las necesidades energéticas existentes de las casi 300.000 personas que habitan en esta región. Esta organización desarrolla en la actualidad en Marruecos 22 proyectos por un valor de más de 2.100 millones de euros.
Respecto a la donación de la Unión Europea, el Comisario europeo de Cambio Climático y Energía, Miguel Arias Cañete, firmó el 7 de mayo un nuevo acuerdo de apoyo a la inversión con el Presidente de la Agencia Marroquí de Energía Solar (MASEN), Mustapha Bakkoury. Los 43 millones de euros se destinarán a la construcción de la tercera fase del complejo termosolar Noor (160 MW) en la ciudad de Ouarzazate. Su construcción está siendo realizada por las empresas españolas Acciona, Sener y TSK, tras un acuerdo alcanzado con la saudí Acwa Power, adjudicataria del proyecto.
La institución europea, en el marco del Estatuto Avanzado con Marruecos, ya colaboró en la financiación de las anteriores fases de este proyecto solar, ascendiendo el total de donaciones a 2.500 millones de dírhams (230 millones de euros).
Estas iniciativas forman parte de la estrategia energética de Marruecos, con la que el país pretende satisfacer el 42% de su demanda energética con energías limpias antes de 2020, desarrollando 2000 MW de energía solar.