Existen unos ocho millones de hogares consumidores de la bombona de butano en España, consumidores que, "en la mayoría de los casos -explica Ausbanc-, cuentan con unas rentas medio-bajas, ya que suelen ser personas de edad avanzada que habitan en los cascos viejos de las ciudades, en viviendas antiguas que no han sido reformadas y que, por tanto, no se han podido enganchar al gas natural ni utilizan nuevos sistemas eléctricos que supondrían elevadas inversiones en las reformas de sus viviendas". Pues bien, precisamente este colectivo de consumidores -continúa Ausbanc- se está viendo perjudicado por la congelación -desde mayo de 2013- del precio regulado de la bombona de butano, congelación que contrasta con la vertiginosa caída del precio de la materia prima: 37,5%. En fin, que los márgenes de beneficio de la multinacional petrolera son hoy, muy probablemente, mucho mayores que hace doce meses.
Llega el frío
Por otro lado, la Agencia Estatal de Meteorología prevé temperaturas bajo cero en muchas zonas del país. De hecho, en algunas zonas de España -como Guadalajara, Teruel o Soria-, ya se han alcanzado en estos primeros días de 2015 -explica Ausbanc- "mínimas que no figuraban en los registros históricos", lo cual, previsiblemente, provocará un mayor consumo de energía. En ese sentido, y según explica esta asociación de usuarios, "el carácter social del consumo de la bombona de butano, que alcanza unos 56 millones de unidades al año, determina que los distribuidores de referencia en cada territorio -Repsol Butano en la península ibérica y las islas Baleares; Atlas en Ceuta y Melilla; y Disa en Canarias-, estén legalmente obligados al reparto domiciliario".
Coste real del precio de la bombona de butano
Y ahí -en lo que se refiere a los costes del reparto-, el informe de Ausbanc también aporta datos muy interesantes. Según la última resolución de la Dirección General de Política Energética [resolución de 5 de noviembre de 2014 por la que se publican los nuevos precios máximos de venta, antes de impuestos, de los Gases Licuados del Petróleo], el coste de ese reparto domiciliario, o coste de comercialización, importa la suma de 0,491702 euros por kilogramo de GLP envasado, lo que para la tradicional bombona de 12,5 kilogramos representa 6,14 euros por unidad. Pues bien, los costes de comercialización -apunta Ausbanc- apenas han subido un céntimo de euro por kilogramo en el último año, "entre otras cosas porque están referenciados al precio del gasóleo de automoción".
Descenso en picado en los mercados internacionales
Por otra parte -añade la asociación-, la cotización en los mercados internacionales de los Gases Licuados del Petróleo (butano y propano), que sirven de base de cálculo para fijar los precios máximos regulados al consumidor final, "había descendido en picado desde los 0,726219 euros por kilogramo de enero de 2014 hasta los 0,457818 euros por kilogramo en noviembre de 2014, que es la última estadística disponible a la fecha", disponible en el sitio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. En fin, un descenso de un 37,5% en el coste de la materia prima que, "sorprendentemente, no se ha trasladado lo más mínimo en el precio máximo regulado, que sigue congelado -denuncia Ausbanc- a una altura incomprensible de 17,5 euros por bombona de 12,5 kilos".
