Los representantes de las organizaciones que componen la plataforma han mostrado su “preocupación porque el Gobierno ha eliminado casi todas las medidas anteriores dirigidas a reducir las emisiones de CO2 en todos los sectores económicos (difusos, energéticos e industriales)”.
Entre esas medidas estaban las ayudas al Plan de Rehabilitación Energética, al Plan de Ahorro y Eficiencia Energética o las primas a las instalaciones de energías renovables.
A pesar de la intensidad de la crisis económica, en España se incrementaron en 2011 las emisiones de gases de invernadero un 0’1% respecto de 2010. Una de las causas principales de ese repunte es el aumento de las emisiones del sector eléctrico (un 24,2%), por una mayor utilización del carbón en centrales térmicas.
No se observa, por otra parte, que en los sectores difusos (edificación, transporte, etc.) se hayan implementado medidas suficientes para reducir el consumo de energía. Asimismo, la reducción global de emisiones que ha habido en estos últimos años se debe, casi exclusivamente, a la citada crisis, que ha disminuido la actividad productiva y el transporte.
La OECC ha anunciado la preparación de una Hoja de Ruta hacia 2020 con medidas de mitigación del cambio climático, pero eso no encaja con los recortes que se han hecho de las pocas medidas que había aprobadas o con una reciente reforma fiscal energética que sigue poniendo trabas a las renovables con nuevos gravámenes.
Coalición Clima ha planteado que es necesario mantener, reforzar y desarrollar medidas que impulsen un cambio en el modelo energético, de producción y consumo que suponga una reducción real en las emisiones de CO2, incluidas medidas legislativas sobre ahorro y eficiencia energética, movilidad sostenible y fiscalidad ecológica.
Las organizaciones de Coalición Clima han mostrado también su “preocupación por la falta de ambición del gobierno español en las negociaciones a nivel europeo, tanto en la Directiva Europea de Eficiencia Energética, como en la falta de apoyo al incremento unilateral del objetivo europeo de reducción de emisiones al 30%”.
Asimismo “lamentan la languidez con la que se está desarrollando el proceso hacia la Conferencia de Cambio Climático de Doha (COP 18). Esta pasividad está yendo en paralelo a las alteraciones climáticas que durante 2012 se han evidenciado en numerosas zonas del planeta (sequías, inundaciones, debilitamiento extremo de la capa de hielo ártica, olas de calor e incendios forestales)”. Y concluyen diciendo que “la inactividad puede salir muy cara en términos tanto ambientales como sociales, de salud y económicos”.
