La construcción del parque de Tuppadahalli, ciudad del estado de Karnataka, concluyó el pasado mes de octubre y el parque lleva varios meses ya en plena operación comercial, según la prensa local. Para esta instalación, Acciona no ha empleado aerogeneradores de su propia filial, Acciona Windpower, sino de la filial india de Vestas, que, según las mismas fuentes locales, ha suministrado máquinas de 1,65 MW de potencia; 34 unidades en total. La electricidad producida se vende a la compañía distribuidora estatal Mescom.
Tal y como sucede con las otras instalaciones eólicas de Acciona en India, la empresa española afirma que es propietaria del 100% del activo. Tuppadahalli se suma a los parques de Arasinagundi (13,2 MW), instalado en 2007, y Anabaru (16,5 MW), construido en 2008. La multinacional española ha incorporado sus tres parques operativos en India como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Este sistema, plasmado en el Protocolo de Kioto, establece un marco para la comercialización de los derechos de emisión derivados de la generación renovable, contribuyendo a la viabilidad de los proyectos.
Acciona señala el mercado eólico indio como "uno de los de mayor proyección futura". India es el quinto mercado eólico mundial, con más de 16.000 MW acumulados. Además, el gobierno del país ha fijado un objetivo de 82.000 MW eólicos para 2022, en el marco de su política de fomento de las energías renovables. No obstante, el mercado está sufriendo en los últimos meses una cierta incertidumbre regulatoria. El problema radica en una desgravación fiscal que ha sido uno de los factores principales impulsores del desarrollo eólico en el país desde hace décadas.
Se trata del concepto de depreciación acelerada o anticipada, que permite a los operadores eólicos desgravar por adelantado el 80% de la depreciación. Desde el pasado mes de abril, el gobierno solo permite una desgravación de un 15%. Actualmente, el sector no sabe si los mecanismos alternativos, como las primas a la generación eólica y los certificados de energías renovables, perdurarán y lograrán compensar el cambio. Aunque la Asociación de Fabricantes de Aerogeneradores de India (Iwtma) cree que el cambio tendrá un impacto negativo a corto plazo, argumenta que en el largo plazo el subcontinente asiático no tiene más remedio que cumplir con su objetivo de alcanzar los 35.000 MW al menos para 2015 si quiere atajar la creciente demanda eléctrica sin disparar aún más las emisiones.