Durante la jornada, en la que se analizó el papel y la rentabilidad de la eficiencia en el mercado inmobiliario, García Breva subrayó que “la eficiencia energética de edificios ya es rentable. La Agencia Internacional de la Energía acaba de publicar un informe en el que afirma que de cada 300 dólares invertidos en eficiencia se recuperan 1.300”, afirmó el presidente de N2E y ex director general del IDAE.
García Breva añadió que la calificación energética se ha convertido en un elemento diferencial que está posicionando los inmuebles en el mercado y advirtió de que las agencias de rating ya están empezando a considerar el impacto de la sostenibilidad en sus valoraciones de riesgo. “Standard & Poors apunta que algunas empresas tendrán que depreciar sus activos en función de riesgos ambientales que actualmente no están considerando”, señaló al respecto.
Marta García, directora de Consultoría Técnica y Energética de la firma de tasaciones inmobiliarias Tinsa, aseguró que el reconocimiento del valor de la eficiencia en las tasaciones permitirá acelerar el cambio de cultura y favorecerá políticas de financiación más ventajosas para la rehabilitación y la compra de inmuebles eficientes. También señaló que en este contexto las entidades financieras tendrán que reconocer en la concesión de crédito un menor nivel de riesgo a los inmuebles eficientes, ya que sus propietarios contarán con más ingresos para pagar sus compromisos financieros al tener una factura energética más reducida.
Daniel Satué, director del área de Energía de Lavola, apuntó que de acuerdo al último borrador de Real Decreto para la trasposición de la directiva europea la obligación de realizar una auditoría energética afectaría a unas 14.000 empresas en España. El balance de las auditorías realizadas hasta la fecha por Lavola refleja un ahorro medio de consumo del 13,4%.
Punto diferencial
Tim Nalder, General Manager de la gestora Invesco Real Estate España, aportó la visión de la eficiencia en el terreno de la inversión inmobiliaria. Nalder apuntó que las nuevas aportaciones de los fondos de pensiones para invertir en activos inmobiliarios están descartando adquisiciones de inmuebles con calificación energética inferior a la letra D. “En España hay pocos edificios con buena calificación. Es un punto diferencial”, afirmó.
Nalder se mostró convencido de que la gestión de activos inmobiliarios se enfrenta a un gran cambio cultural y a una revolución en la forma de utilizar los edificios, e incidió en que “multinacionales punteras, como Microsoft, Google o PWC, no consideran alquilar edificios con baja calificación. En un futuro, un propietario puede tener dificultades para arrendar su edificio, aunque esté en el Paseo de la Castellana de Madrid”.